2009

Conferencia transoceánicamente transatlántica para despedir el 2009 con mejor cara.

Cierto es que me alegro de que se acabe, aunque ha tenido sus tantas cosas buenas.


Gracias a todos los que habéis formado parte de él, de la manera que fuera, porque de todo he aprendido.

Feliz 2010, blogueros :)

F

Desencajarse la mandíbula con unas risa inesperada.
Desencajarlo todo, y verlo con sencillez.
Leer el sur.


Nada duele.
Todo se siente, todo sigue ahí, pero toma el segundo plano que debería tomar en la vida real.
Las cosas son más reales fumada, en el fondo.
Se siente, pero no duele.
No hace llorar. No hace echar de menos con dolor.
Eres feliz, en tu fumada. Y se siente, y a ti te quiero, y a ti te echo de menos, y... a ti, te necesito para compartir. Pero nada duele.

Podría focalizar muchos más sentimientos. Porque no duele.
Da pena, pero sin dolor.


Fumémonos... y se arreglará el desastre anunciado.

Descomponer.
Recomponer un desmoronamiento absoluto.
Desmoronar el cosmos.
Recuperar el caos de lo insulso e intangible.
Rechazar la insensibilidad.
Rechazarlo casi todo
y no ver salida
en la oscuridad del desastre.

En escala de grises

Como el mundo.
Hoy me he comprado un jersey gris.
El cielo está gris.
Y mi cerebro también.
Y de ese color ve mi retina.


Quiero una caja de colores y soles por navidad. Y no me la van a traer.

Esta parsimonia de días sin hallarte tiene que acabar.

Si al menos a mí misma me encontrara, otro gallo cantaría.

Quizás tenga que ver con aprender a desconectar.
Quizás encontrándose fortuitamente con un señor búlgaro que da conversación tretraidiomática - español, alemán, francés, inglés - se logre desconectar durante los minutos en que te invita a un café o te trata como una niña pequeña a la que comprar globos y chicles de colorines.

Entonces puede que nada sea nada. Que ójala deje de hacerme daño el querer o todo lo que de ello se deriva.

El tiempo, más que aliado, se convierte en enemigo. Los días pasan y nada cambia. O, en todo caso, hay cosas que empeoran y los días cuestan más.

I

Cumplir años.
Ver nevar.
Llorar viendo nevar, cumpliendo años y teniendo un examen el mismo día.

Tocar fondo.
Rendirse. La primera vez y la última.

Tener miedo.
Saber que vendrán cosas peores. Quizás también mejores.

Echarse de menos. A ti mismo. A ti también.
Mucho.

No son los mejores ingredientes para diciembre, pero hay que sacar sonrisas.
Hay que estar contenta, aunque sea de mentira. Porque nadie se lo merece.
Y... porque quizás sea la única manera de conseguir que sea de verdad.

;.

Pongámonos serios: no es más que dolor, pero crece.
Ni siquiera es silente.


Aún a mes pasado del desastre anunciado.


Estaría mejor sin un trocito de corteza cerebral ahora mismo.

?

¿Para qué?
Para nada.

Cuando te niegan la libertad de expresión dentro de una amistad que parecía elevada al máximo exponente.

-

"A ver, a ver
Destrábate, niña!
La vida es como toca, y da igual dónde viva uno".


La verdad es que sí, pero simples kilómetros pueden influír más de lo que parece.

Bueno.
Adelante, no?
No sé cómo, pero adelante.

.

Estaría mejor fuera, lejos de aquí.

Incluso lejos de mí, pero dentro.

Y así quizás exterminaría de la historia estas cosas que no entiendo y que lo joden todo cuando parece que va bien.

No. No quiero más de esta mierda.

Y quiero un diciembre decente. Ya.

Y a ti, no sé si te quiero más o no. Pero quiero no quererte.