viernes, agosto 29

Morimos el día en que guardamos silencio ante las cosas que importan.

Puestos a sentenciar errores...
Que me faltan atardeceres, soles y consuelo.
Que no sé cómo se llega al cielo montada en una lágrima.

Perspectiva. Hay que mirar las cosas con perspectiva. Y nunca es la misma la de ahora que la de dentro de dos horas, ni la de mañana. Nunca, excepto si te empeñas en que sí lo sea, y entonces nunca le pones perspectiva, la que nace en cada momento.

Es una lástima. Una lástima que ya no exista el escribir el verbo contrario a recibir. Una lástima que la firmeza insegura haga perder todo lo construido con seguridad firme. Una lástima que haya quien no pueda ponerle perspectiva, cuando no se deja... cuando no se quiere.