miércoles, octubre 29

... Y soltar amarras.

domingo, octubre 26

Supongo que es la contrariedad de siempre en estas cosas de rehacer las vidas.
Te quiero, me alegro.
Te quiero, me duele.
Te intrusas, me jode.

Los cambios de hora me han traído muchas veces cambios de vida. Como año nuevo, vida nueva.
Despertares, novedades. Siempre fueron para bien.
Me temo que esta vez voy a tener que darle la vuelta a la tortilla para cogerle todo lo positivo, que sé que lo tiene, aunque sea difícil de ver.
Tan intrusivo, tan de repente aunque esperado.

jueves, octubre 23

Hay una señora que siempre me hace expandir el alma cuando la veo.
Hoy ha sido en un tanatorio, por su padre de 93 años.
"Soy fan de vuestra hija", le ha dicho a los míos. "Esta niña tiene muchas cosas dentro".
Siempre con esos ojos profundos que miran con sinceridad.

Y me dan tantas ganas de abrazarte con fuerza como a su viuda... Que al menos en ella te reflejo.

miércoles, octubre 22

Y... ¿sabes?
No se trata de dejar de querer.
Porque eso no se puede. Esta energía sólo se transforma, si acaso.

Y a veces echo tanto de menos un abrazo de esos tan más reconfortantes del mundo.

domingo, octubre 19

La falta de comba me enfría, a la larga.
Y no quiero eso.
Seguidillo.

sábado, octubre 18

Que me trae por la calle de la amargura la indecisión.
El ahora sí, pero luego no.

No se pueden poner puertas al campo. Y no es bueno intentarlo.

Let it be...

viernes, octubre 17

Se me hace  h a r t o  difícil compartir con alguien de cuya vida no sabes nada.
Hasta la más simple pregunta puede ser realmente incómoda y llevar al arrepentimiento.

jueves, octubre 16

Esa persona con la que dibujábamos vacaciones, partituras hechas canción sin melodía y personas que creímos nuestra alma gemela. Posiblemente lo fuera. Aunque no durara para siempre.

Te ex-quiero

martes, octubre 14

Desterrada de tu vida tan por completo
que tuve que buscar otras vidas para invadir,
como por ejemplo la mía.

miércoles, octubre 8

Te echo de menos. Te echo de menos hasta el infinito y más allá, donde supongo que estás mirándonos desde las estrellas.
Y a estas horas, así sin querer, un sueño que no puedo llamar pesadilla me despierta con lágrimas incoercibles porque ahí estabas tú. Ahí, con un termo de café y tu mejor sonrisa dispuesta a servir en la primera parada de la fiesta de tu residencia. No me reconoces a la primera, como solía pasar las últimas veces. Pero tras unos segundos me abrazas y me sueltas esa cascada de besos en ambos mofletes, y yo te abrazo y te abrazo y no te puedo soltar y rompo a llorar y te digo cuánto te echo de menos, abuela.
Sabía que ya no estabas.
Y me despierto con los sollozos, sin poder volverme a dormir, y con una pena inmensa de todo lo que me gustaría estar compartiendo contigo en estos momentos, como esa bisnieta preciosa que te ibas a comer y no llegaste a conocer.

Que sepas que estás en mis noches y en mis días. Allá donde estés. Y en mí misma, porque estos genes me delatan.

lunes, octubre 6

Tolerando las dilataciones. En tiempo y espacio.
Tolerando, por un no sé qué que quizás nunca vea la luz.

domingo, octubre 5

Que la libertad no es algo que se mida por las cosas que puedes o no hacer o dejar de hacer.
Es algo que va por dentro, está en lo que eres capaz de ser y de sentir.
Al fin y al cabo sentirse libre es sentirse en paz.
Y eso, a ratos, desaparece.