domingo, marzo 29

Quiero ese aliento en el huequito en el que te acomodas.
Pronto.
Cambio de hora.
Que da luz. Da sol. Fotosíntesis y serotonina. Tan necesaria.
Espero que el descubrir más mentiras se quede unas horas antes del cambio de hora. No quiero más.

Y sacudirse el amusgamiento.
Y que tenga que pedir disculpas.
Y que no te reconozca.
Y que jamás te viera tan grosero. (Para eso es mejor no ver).

Bailo. Sonrío. Abrazo.
Cambio y corto.

miércoles, marzo 25

Cueritos para desayunar.
(Pensamientos indecentes).

viernes, marzo 20

¿Tristeza?
Y rabia.
Por los insultos gratuitos.
Por intentar que me sienta avergonzada de lo que tengo.
Menos mal que "antes de hablar mal de nadie, piénsalo, y no lo digas". Menos mal.
Rabia y dolor. Por lo mucho que se pueden torcer las cosas cuando nos empeñamos en ver cosas que no son.

jueves, marzo 19

Y es que estábamos muy bien. Estábamos en la cima, en lo más alto, en el equilibrio del amor loco y el amor maduro. Queriendo con locura. Me lo dijo un pajarito. Volando hacia la luna.
Cuántas cosas se hacen mal por no saberlas hacer bien, por no aprender, por no tener agallas, por perderse entre caminos confusos al embarrarse el propio.
Tristeza.

jueves, marzo 5

En efecto.
Pero los encriptamientos fueron mucho peor de lo que pensaba.
Es rabia, es dolor. Es incapacidad de ser natural si tú no eres capaz de serlo conmigo ni cuando se te pone en bandeja.
Es... en fin. Un sueño roto por causas ajenas que se reconstruye sin que ya sea mi sueño.
Aunque supongo que eso no es lo peor. Lo peor son las palabras de "aquí no pasa nada pero está pasando algo". Lo peor es que, supongo, siga siendo la última en todo.
Tengo muy claro con quién me encuentro más cómoda, a pesar de los pesares.