Quedaban a izquierda y derecha de la carretera... recuerdo de peque decirle a veces a mi hermana que me despertara cuando llegáramos a los álamos. Y sabía perfectamente cuándo tenía que girar la cabeza a un lado y a otro.
El significado de los álamos era que, al pasar deprisa con el coche, yo ponía mi vista al final, y era como ver... un camino sin obstáculos casi, hasta el final, que se veía el claro de nuevo. Y, a veces, el último álamo estaba justo en medio... o torcido, o mal colocado... Y eso me daba que pensar... porque a veces todo sale bien, y justo al llegar al final... tenemos que pensar, imaginar, etc... se nos cierran puertas o caminos, pero no podemos parar a esas alturas del trayecto.
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