martes, julio 25

Salinas de Poza

Salinas, sal, salmuera, poza, azada, orca, podón, rastrillo, cepillo, arquetón, era... palabras muy familiares estos últimos 15 días. También toda la sarta de insultos a Jesús, el puto jefecillo, el coordinador de mierda.
El Campo de Trabajo han sido 15 días infernalmente memorables. Toda una contradicción... un cielo de monitoras, una pasada de gente y confianza, y una mierda de organización y de responsable. Recomiendo ir a campos de trabajo, pero no vayáis a Poza de la Sal, no, que nadie vuelva a tener que sufrir las lunas de este hombre, sus vacilaciones, sus faltas de respeto, sus ironías, superioridad y autoridad, actitudes de energúmeno y demás lista de incongruencias.
¿Dónde se ha visto que no podamos dormir porque al hombre se le ocurran hacer registros de 4 a 8 de la mañana?
¿O que un grupo de jóvenes se salga del albergue la última noche porque quiere meterlos en habitaciones separadas y cerrados con llave?

De todas formas es inolvidable... Un episodio surrealista más en mi vida. Y de todo se aprende, aquí hemos aprendido a soportar a incompetentes, que nos cruzaremos con muuuuchos en la vida, es bueno ir cogiendo práctica.

He vuelto... y volveré a irme pronto. Mientras... sigo leyendo :)

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