sábado, noviembre 28

Estudiar se hace harto difícil, por no decir imposible, cuando mi mente me bombardea imágenes de todo y de nada.

Y me surge una necesidad imperiosa de algunas cosas imposibles de realizar.
Como quererte.

jueves, noviembre 19

Punto y aparte.

Duele, inevitablemente.
Pensar que ya no podré abrazarte sin barreras, sin ropa, piel contra piel.
Saber que derrocharé los besos en causas menores, o guardaré con mesura todos los que no te pueda dar.
Decir que te quiero una vez más, sin obtener respuesta.

Duele porque el tiempo me había enseñado a acostumbrarme a ti, a necesitarte para compartir, a quererte como a nadie.

Por tantas horas de complicidad, sueños y realidades. Por los placeres infinitos, por enseñarme y por crecer tanto a tu lado. Porque lo eras todo en este mundo de los últimos tres años.

Es duro pensarme sin ti.
Quiero un final feliz. Un final de algo que supuestamente nunca existió... pero que sea feliz. Feliz contigo, sin la existencia inexistente. Feliz por aquella tranquilidad del principio, por el sexo terapéutico y por la sencillez de todo cuando poníamos las cosas fáciles.

Se evapora el sosiego de cada día.


Momentos de asimilamiento una semana después.

sábado, noviembre 14

600

La entrada número 600 de mi blog habla de noviembres rotos y desamor.
Los últimos noviembres han sido meses del desastre.
Duele perder lo duradero, lo que te ha dado tanta cal y tanta arena, tantas sonrisas y tantas lágrimas.

Sé que te quiero. Sé que te voy a echar de menos. Sé que muchas veces lo eres todo en una vida que me cuesta trabajo sacar adelante aquí. Sé que te voy a querer todavía más. Sé que voy a llorar, y que estoy llorando. Sé que va a ser difícil. Sé que no quiero. Pero supongo que debo saber que tiene que ser así.

Punto y aparte.
Porque la vida sigue, y también contigo, aunque sin un pedacito a pesar de todo.

lunes, noviembre 9




Me pierde, como tantas otras cosas de últimamente.
Ausencias y presencias. Y me descoloco.

miércoles, noviembre 4

Capicúas


Repetirse. Clonarse. Encajar.

No quedan palabras para definir LPGC.

Quizás porque en el delirio de la noche del sábado las dejé todas dichas entredientes.

Quizás tenga que ver con encontrar un amarillo que lo parece todo.
Una de las mejores semanas de la historia de los tiempos.

Me quedo con todo. Con cada segundo. Con los días y las noches. Con cada hora de no dormir y cada minuto de delirar de sueño partiéndonos de risa.


Y con este amanecer.