Calma

Esta época de hipertranquilidad y sosiego me trae madurez y claridad, además de un gran asombro en ellas y parte de sorpresa en mí.

Está bien tener las cosas claras de vez en cuando, aunque gran parte de ellas sean un poco castillos en el aire que dependan de miles de factores para verse alcanzadas. Pero verse capaz de mirar unpocomásalláde, tanto hacia atrás como hacia delante, es una dosis importante de sentirse libre.

Solo tengo miedo de que el comienzo del tiempo de estudio me desmorone la calma.

A veces, para rehacerse a uno mismo, hay que volver a un punto cero y de ahí meter primera.

Quitas todas las marchas, y entonces solamente tienes que preocuparte de arrancar y de meter primera, porque en otra no sales.

Hay muchos intentos antes de que se acabe la batería: cero agobios, porque sabes que algún día encontrarás el momento exacto para recomenzar a caminar.

Y no te olvides de dar las luces para no perderte!! Lleva siempre una linternita encima porque, aunque al principio alguien te ilumine, esa luz necesaria debe salir siempre de ti.

(Optimismo tras meses en el tedio de no volver a punto muerto y más meses en el tedio de no ser capaz de arrancar, pero intentándolo.

Cada cosa tiene sus tiempos.
Ahora ya tengo linterna).

Corto

Quien no comprende una mirada, tampoco entenderá una larga explicación.

TicTac.
Rodando.

^^

Tengo la cabeza llena de cosas bullendo y me resulta harto difícil escribir. Pero al fin, al fin en mucho tiempo, son cosas que hacen que parezca que la vida vuelve a dispararme caricias de humor y energía para sonreír y liberarme de tanto obstáculo absurdo y sin sentido.

Demasiados espacios territoriales en pocos meses, mucho que asimilar y muchas ganas de escribir todo aquello que no me despoje de sueños por plasmarlos en palabras.

Será poco a poco, que volver de la isla del delirio sin amaneceres compartidos nunca fue fácil, y mucho menos con días tan llenos de todo en el antes, durante y después.