Emoción, intriga, nervios y unas ganas inmensas de besar aquellos labios.
Bailes, risas, tequilas y algún que otro dejar caer que la cosa era mutua.
Hasta que sucedió lo irremediable... y me surmergí en el mejor beso, en las mejores caricias, en los roces más sentidos que nunca, en los abrazos interminables y los labios más irresistibles, de los que era imposible despegarse.
Una mano que me aferra, me sostiene, me apoya, me empuja, me frena, tira y saca lo mejor de mí.
Unos brazos que me siguen estrechando con fuerza un año después, como la primera vez.
Una sonrisa que lo dice todo, y unos ojos que acompañan a los míos allá donde van.
Gracias por ser tanto :)

Llevo ya casi 4 meses siendo opositora MIR, esperando al día D, haciendo lo que se puede con la ilusión de coger una plaza tranquila de una especialidad tranquila en un sitio tranquilo. Me da igual la carrera profesional, el renombre del hospital, los éxitos, las publicaciones, la competitividad por conseguir más casos o por ver quién le cae mejor al tutor.
Sé que suena raro. La mayor parte de la gente no piensa en estas cosas... quiere ser algo guay, quieren ser un House de pacotilla, si les inflan a guardias y ganan más dinero, mejor, pero claro, sobre todo es que se ven más pacientes por la noche, y claro, trabajo 32 horas seguidas porque en el servicio te miran mal si libras la guardia al día siguiente. Venga ya! Esclavos para hacer las Américas, no para ser médico.
Todo para ellos. Dejadme alguna placita tranquila de esas que no le gusta a nadie y en la que yo crecería tan feliz y tranquilamente :)

Cuando el susto te invade y no tienes fuerzas más que para temblar y suplicar "no, no, no... por favor, no".
Que mañana sea un día decisivo en positivo... por favor.
Por favor.
Por favor...
Sin nada malo.
Por favor...

Cómo zozobra lo racional cuando toca cerca.
Cómo te invade el miedo, te encoges, te asustas, piensas qué hacer en un "y si" y piensas a la vez, intentando convencerte, que nada de eso puede pasar, mientras intentas desterrar todos esos "y si", lejos, lejos... esperando no tener que vivirlos después.

Te quiero tanto que podría publicarlo y gritarlo a los cuatro vientos.

Te quiero tanto... que podría decírtelo al oído bajito y despacio, esperando esa sonrisa de complicidad.

Tenerte entre mis brazos, entre mis piernas.
Entre mis ojos, rodeado con mi lengua.
Tenerte entre mis deseos. Tenerte y compartirte entre las horas.
Tener tu mano rodeándome.

Y por fin... tenerte entre mi ilusión y mi razón.

Neu

Gracias.
Podría decir por muchas cosas.
Por hacerme reír, por hacerme llorar, por las sensaciones paralelas, por la simultaneidad paralela, por la sencillez de compartir, de entender, de acompañar...
Por existir.

Tras unos días a medio pulmón, parece que vuelvo a recuperarme entera.

Da gusto recibir buenas noticias juntas.
Hermanita :)
Tú con plaza, yo casi con carrera.

- Pfff.. qué vaga soy. Qué vergüenza. ¿Te molesta que sea tan vaga?
- Sí... pero me da igual. ¿Sabes por qué? Porque "te quiero. con limón y sal..."

.-

Y te comparto un miedo para que entiendas cómo crece, cuántos tús necesita para respirar, cuántos yos para seguir viviendo.

Pero, sobre todo, te comparto un miedo para que juntos desaparezca y tirarme a la piscina. Y nadar contigo, todo contigo.

Después de un día horrible...:

Nervios
Dolor de cabeza indominable
Examen de Pediatría poco bien defendido
Reparto del rotatorio: ni la cirugía que pedí, Cardiología de médica y con la B. en el centro de salud. Fenomenal todo ¬¬


... una tregua de horas en las que podría llegar a llorar de la emoción de sentir. De vivir un regalo.

^

Me encanta oler a ti.
Llegar a casa y ser capaz de recorrer tu rastro solamente porque huelo a ti.
Hacer que me sacio de besos, caricias y olores, sin saciarme después.
Subirte, explorarte, recostarme en tu pecho...
Que me sorprendas y me secuestres con sonrisas. Y que dos horas sean cinco... porque nunca es suficiente.
Y desear volver.

:)

Y entonces llega un momento en que te das cuenta de que sí.
De tener la seguridad de que sí quieres que haya muchos más momentos en que algo te recorra por dentro, de arriba a abajo, impidiendo que dejes de esbozar una inmensa sonrisa.
Y sólo ha hecho falta un poco de Juan Luis Guerra, una mirada sostenida, una boca que sonríe cuando besa (y que casi hasta me besa cuando sonríe) y unos cuantos pasos de baile.
Y tú :)

Ver surcar el cielo allá arriba y creer volar también.
Con la ventana abierta hace frío y me refugio en tu abrazo.
Dime cuántas veces tiene que pasar esto hasta que pueda quedarme. Cuántas veces puede pasar aunque deje de tener al frío como excusa.