Flashmob

Ha sido una experiencia muy divertida. Deseando repetir :)

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Que lo primero es ser sincera con una misma.
Por eso sé de qué etapas hablo, sé lo que me produce dolor y lo que me suscita indiferencia. A veces no tengo tan claro lo que merece la pena o lo que no, pero la clasificación anterior me ayuda a discernir.

Que me siento imbécil cuando contesto como siempre, cuando se me olvida todo el dolor y soy capaz de -virtualmente- hablar de exámenes y apuntes. Y eso me duele más, por no quererme tanto. Y el final de la interacción es más hundido que el principio, mucho más.

Quizás sea cuestión de que no quiero que seas nadie, para no dolerme tanto, para no tener la certeza de no poder mirarte a los ojos, ni querer.

Así lo llaman.

"Ahora ya está mucho más tranquilo. Vamos, está tranquilo del todo. Ya se ha encontrado a sí mismo dentro de un armario y ha encontrado la puerta".


¿A costa de qué?


Paso de medias mentiras.
Paso de saberme un enemigo.
De abrazos de lejos y golpes de cerca.
Paso de negar la verdad primera de la primavera.
De callar cuando grito.

Y gracias por todo... Y gracias por nada

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Con la de trenes que tienen la culpa del sur contigo,
la de promesas que no son ni van conmigo,
con la idea de que siempre hay alguien que te inspira,
que llega a tu casa y te tumba por fin boca arriba,
te aniquila, te hipnotiza...
y afirma quererte porque sí.