viernes, julio 20

Cariño

Yo soy una persona que necesita mucho cariño... me dijo.
Y yo, siempre dispuesta a dar lo necesario, me convertí en una máquina de fabricar cariño... Cintas transportadoras de cariño no frenaban, siempre funcionando, siempre en marcha.
Hasta que empezaron a escasear los ingredientes que se mezclaban en cariño... y, un día cualquiera, se acabaron algunos de ellos. Y sin todos los ingredientes, el cariño de mi fábrica iba perdiendo en calidad y, poco a poco, también en cantidad...

Es todo lo que puedo dar... dije un día.
Eso no me llega... me contestó.

Pues ve... ve en busca de otros brazos que te den abrazos con más fuerza que los míos; que yo no puedo, que no me llegan, que no te abarco...



Que se me va de las manos... mientras los días siguen pasando y yo perdiendo la calma...
Ciudad extraña...

No hay comentarios: