jueves, enero 24

llorar

Porque parece que llorar a veces se convierte en la única salida. Cuando en este proceso lo único que salen son lágrimas y mocos.

Llorar... cuando no encuentro esos brazos, o otros que me abracen con más fuerza.
Cuando se esfuma el desahogo.
Cuando no hay momento de relax total, de sentirte seguro de ti mismo.

Entonces, sin querer, sin poder evitarlo aunque hagas fuerza mental y fuerza con los labios, lloras.

Lágrimas saladas empiezan a caerte por la nariz. Acaban emborronando lo que lees.
Te impregnan de inseguridad injusta.

Y te quedas ahí, solo, o amargándole los minutos a quien te está consolando. Alguien a quien le ha tocado, sin ser el elegido, sin merecerlo.
Alguien a quien siempre diré 'gracias'.

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