Qué difíciles se ponen las cosas cuando sigues aceptando lo que te rechaza, lo que quieres está dubitativo y recuerdas el pasado con añoranza de que vuelva a ser presente y no tengas que sopesar nada más.
El pasado con añoranza de que vuelva a ser presente.
O un nuevo presente con nuevos protagonistas, a veces no es más que eso lo necesario.
Y... ¿qué es lo necesario?
Lo que venga, pues cansada estoy de no saber qué anhelar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario