Tiempo

La vida corre a pasos agigantados y veloces.

Hace 5 meses que no escribo, creo que la vez que más desconectada he estado. Exámenes, viajes, pereza... pero no pocas sensaciones a flor de piel, aunque no hicieran a mis dedos moverse ansiosos de publicar.

Me gustaría poder escribir sin perspectiva, escribir pasados en presente, sentarme frente al teclado y relatar mi junio, mi julio, mi agosto, mi septiembre. Pero ahora solamente me sale la rareza de los octubres, de un octubre con un poco de todo pero pocas ganas de tomar decisiones.

A veces pienso que esta ciudad se me queda pequeña, pero no me gustan las ciudades grandes.

Pero en tiempos como esta noche, entre otros muchos días, pienso lo mucho que me apetece irme lejos de aquí, lejos de la gente que se conoce entre sí, lejos de que todo se sepa y del siempre acabar enterándose de cosas por fuentes que no son las que deberían ser.

Lejos de lo conocido pero cerca de tener coincidencias de esas que tan bien se me dan.

En noches como hoy se me quitan las ganas de casi todo lo que no sea dormir y tumbarme a un sol que imagino del sur.