
De tener la seguridad de que sí quieres que haya muchos más momentos en que algo te recorra por dentro, de arriba a abajo, impidiendo que dejes de esbozar una inmensa sonrisa.
Y sólo ha hecho falta un poco de Juan Luis Guerra, una mirada sostenida, una boca que sonríe cuando besa (y que casi hasta me besa cuando sonríe) y unos cuantos pasos de baile.
Y tú :)
1 comentario:
y ahora estás bastante sabrosona... jaja.
:-) Por las sonrisas!
Publicar un comentario