domingo, diciembre 27

Cuando se te aprieta el pecho y te dan ganas de llorar. Así, porque alguien se empeñe en pagar contigo su profesión frustrada, su cuerpo frustrado, su inseguridad y sus miedos.
Así, con desprecio. ¿Hasta qué punto tiene que llegar la frustración para hablar groseramente y provocar una situación incómoda para todos?

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