Te das cuenta cuando te deja de apetecer.
Cuando tus pensamientos están en otra parte.
Cuando no te hace falta más.
Cuando te niegas a los roces.
Y, sobre todo, cuando cierras los ojos y prefieres pensar que te rodean otros brazos.
Mis maneras de ver el mundo con sensaciones a flor de piel.
No hay comentarios:
Publicar un comentario