jueves, mayo 7

Inflexión

En un césped cualquiera, rodeada de cacas de perro, en un sitio especialmente escogido para que no tenga ningún significado ni conexión con nada.

Porque cuando las fuerzas externas superan tu propio poder interior, es entonces cuando el agobio te oprime el pecho y tienes ganas de llorar.
Inquietud, desasosiego... con lo fácil que sería ser otra cosa. Ser hierba, ser cielo, al menos por momentos... o disponer de su energía.


Cuando te pasa a ti, es duro. Cuando le pasa a tu prójimo más cercano, más.

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