sábado, febrero 26

L

Siempre he defendido que el peor sentimiento es el miedo. Y últimamente estoy un poco cansada de tantos miedos.

Hoy he escuchado una de esas cosas que nadie quiere escuchar, y mucho menos si eres estudiante de Medicina y con unas pocas letras ya sabes de lo que te están hablando, sentado al otro lado de la mesa, sin bata.

No he comido, cosas que pasan. Llegas a casa, ves a tu madre que viene a acompañarte mientras comes, no hay televisión y... ¿de qué vas a hablar? Pues de tu magnífica mañana en la que has tenido que hacer varias veces de tripas corazón aunque tu cabeza siguiera, de vez en cuando, intercalada con conversaciones de lo más normal, repitiendo esas cuatro letras una y otra vez.
Hasta que tiene que sentarse a tu lado con cara de no tener ni idea pero afirmando el típico: tranquila, ya verás que no es nada.

Desaparece. Cánsate de estar aquí y desaparece. Pero no malignices.

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