sábado, noviembre 20

Lucía

Lucía es una chica breve y sencilla. Tiene un ligue cada fin de semana y lanza flechas de sensualidad con su mirada. Es generosa en risas, llanto y besos. Se arrima al que baila; y el que baila casi siempre besa. Ella va de flor en flor, porque su corazón está tan repleto que para albergar algo más es necesario sacar de él algo primero. Le gusta llamar la atención pasando desapercibida, que la miren, que la admiren…

Su carcajada y locura es contagiosa, Lucía es como un imán que te lleva a su lado sin darte cuenta y sin querer huir, te encandila con su ser… pero es inalcanzable, inalcanzable para conseguirla y conservarla para siempre.

Le cuesta decir no.

Un buen día, Lucía se aficionó a la fotografía. Se propuso fotografiar todo aquello que tuviera color turquesa. Llegó a hacer cientos de fotografías, y se enamoraba de cada una se ellas. Sólo aparecía una persona en una de sus fotografías: un chico con ojos turquesa. Y se enamoró de esos ojos; pero estaban tan enfocados que no se podía distinguir nada más del chico. Desde entonces, camina mirando a la gente a los ojos, intentando encontrar al dueño de aquellos ojos y aquella mirada que la enamoran. Y poco a poco se dio cuenta de que tantos ojos que miraba le revelaban la realidad de cada persona, quién y cómo eran. Y se enamoró ya no solo de los ojos, sino del dueño, del chico de la fotografía.

Encontró el sentido de su vida, aquello que la llenaba y hacía feliz: aparcó las minifaldas, las flores y los bailes sensuales…
Ahora no puede evitar hablar a la gente mirándola a los ojos. Pero su gran desgracia es que nadie se los mira a ella. Es algo que no se puede entender: Lucía tiene unos grandes ojos color turquesa. Lo único que le queda es sacarse una foto a sí misma y mirarse en el espejo, enamorarse de sí misma y comprender su realidad. Después, quizás siga buscando…


FraSe: No hay paisaje mas hermoso para mis recuerdos que el de tu presencia en mis pensamientos

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