En tu silencio habita el mío...
Viernes.- La Graduación... genial. Emotivo, profesores llorando, fotos, despedidas... Después tuvimos la cena y fiesta... donde los problemas y malos rollos brillaron por su ausencia. Increíble, me lo esperaba todo bastante peor... ya sabéis, mis buenísimas relaciones con cierta gente de clase. Pero la verdad es que bien... sin apenas alcohol (yo) me lo pasé bien, y parece que fue así para casi todos. Ya tengo la orla para que algún día, cuando su papel haya amarilleado por el tiempo, pueda volver a acordarme de aquellos días donde el mayor problema era suspender una asignatura...
Sábado.- Después de dormir escasas horas, fui a buscar a mis amigas Mariposa y Caracol a la estación, que venían al concierto. A las 4 y media estábamos allí... abrieron poco después y segunda fila. Genial... mereció la pena, después de andar intentando vender entradas que nos sobraban, todo salió bien. Bebe, Amaral, Calamaro, Julieta Venegas... todos brillantes. A la última luego nos la encontramos por ahí con todo su grupo :)
Ayer había tenido un presentimiento... que me confirmó Días de verano de Amaral...
Y pocas horas después se cumplió, y me volví a ver sumergida en esta historia interminable a la que me siento asida sin control, sin poder ni querer hacer nada por evitarlo...
Lo sabía, siempre lo supe, por mucho que pensara, mis palabras se las llevaba el viento... es precisamente lo que no decía lo que permanece. Y ahí está, y ahí sigue... y pese a todo, sé que nunca deseé olvidar y he manejado el querer a mi antojo.
Domingo.- Después de, otra vez, dormir escasas horas... me despierta mi madre 1 hora antes de que fuera a sonar el despertador. Y ya me levanté. Y preparé el desayuno para las tres, Mariposa, Caracol y yo (acepto propuestas de nombre). Y me firmaron las pseudoConverse, y salimos corriendo a la estación... corriendo corriendo muuucho... al borde del desmayo. Nos sobró 1 minuto y medio para la salida del tren :)
Y después, exhausta, me fui a aquel famoso parque donde una vez me dijeron las mejores palabras desde el más profundo sentimiento... me senté en un banco, me compré un helado y no sé cuánto tiempo estuve allí... hasta que se acabó la batería.
Vine para casa y la ciudad está preciosa... llena de grupos de calle, malabares, teatros, puestos hippies, trapecistas... genial. Y le compré un anillo a un hippie.
Y ahora es ahora... y ahora vuelvo a las calles, vuelvo a soñar, vuelvo a andar sola. Yo y mi música y tú volátilmente...
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