lunes, mayo 29

Resueños


Una caricia penetró como un punzón en los recuerdos dormidos de mi vida anterior... Ahora tengo un sueño remoto, cuyo final deja más miel derretida que hielo en la memoria.

Era como un rayo de sol: brillaba en cada esquina de mi día, hasta los días nublados podían ser perfectamente iluminados cuando estaba aquí, cuando en ángel de mirada penetrante aún seguía conmigo... asiéndome con sus palabras, con sus hazañas, con las esposas de su mirada...

Día sí, día no... el ángel me recuerda los mejores y peores momentos; los últimos enterrados por los primeros, y siempre latentes como aprendizaje por ensayo y error, aunque sé que tropezar con la misma piedra es simplemente cuestión de no ser capaz de no perdonar, de guardar rencor ni huir nuevamente de él... Porque los ángeles aman, y cuando se ama no tenemos ninguna necesidad de entender lo que sucede, porque todo pasa a suceder dentro de nosotros.

Y hay que dejar libre aquello que amamos... amar no lleva adscrito el sentimiento de posesión.

Sólo una cosa hace que un sueño sea imposible: el miedo a fracasar...
Si no tiras, no encestas. Si no arriesgas, no ganas. Si no sufres, no lo aprecias... Y si fracasas, siempre puedes volver a intentarlo... y arrepiéntete sólo de las locuras que no cometas... y alíñate la vida con lo que más deseas.

Resoñando... y siempre mirando arriba :)

1 comentario:

Anónimo dijo...

porque robas texto