miércoles, diciembre 5

[]

Ni siquiera puedo perder el rumbo... porque no hay rumbo que perder. El rumbo puede variar cada segundo, y no se pierde... simplemente cambia, a veces en sentido contrario; a veces a mi gusto; a veces no hay rumbo, sino simplemente un punto en el espacio.

Lo peor de necesitar cariño es que puedes cometer el error de buscar abrazos en los brazos que no debes.



Buen puente. Yo me voy, a desintoxicarme, a desagobiarme de mí misma.

No hay comentarios: