lunes, diciembre 24

Interior al aire

A veces me gustaría no sentir. Para no tener que reprimirme tanto... para que no salgas corriendo. Me inhibes.
Tequiero... y no es malo quererte porque no es amarte. Pero no puedo decirlo porque te evaporarías de la historia. Y no puedo ser amiga de la nada. Simplemente amiga.
Entonces tequiero en lágrimas de impotencia con grititos reprimidos. Y no puedes saberlo porque contigo intento superficializarme al máximo dentro de mis posibilidades. Llorar de vez en cuando me alegra la vida.
Tengo el lado romántico cerrado por reformas.
No quiero romanticismos, sólo realidades.
Y poder respirar hondo sólo con sentirte cerca.
Y no tener que morderme la lengua ni medir las palabras tanto tanto cuando lo que va a salir de mi boca no es un sacrilegio.
Algún día explotaré de desesperación. Mientras tanto, sigo siendo yo sin dejarme aflorar del todo. Porque me da miedo tener que dejar de hacerlo.

Me encantas en la imaginación y en los sueños en los que no me quedo con nada. En los que todo se me escapa y no puedo esconder ni el más mínimo esbozo de sonrisa. En los que tú haces lo mismo.

No hay comentarios: