Como un semáforo permanentemente en ámbar.
Siempre avisando de máxima precaución. Ni te indica que pares ni que continúes libremente. Pues así, como un semáforo en ámbar.
Que a veces sonríes mucho y a veces lo contrario.
Pero siempre en la cuerda floja.
Que estando en la cuerda floja no consigue nada el que no se moja... (Rosana)
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