martes, diciembre 9

Bueno, pues a veces me bloqueo.
A veces me paraliza el miedo a derrumbarme después de todo lo ganado, de tanto aguantar, de tanto sobreponerme a tantas cosas.
Si te roban la naturalidad, te lo roban todo.
Y me bloquean los cambios venideros, las presencias impresentes, todo lo que voy a tener que enfrentar.

Quiero mantener un reducto vivo... de paz, de compartir, de algo tan mío, de sobrevivir, de sonreír. Un reducto de calor en medio de tanto frío que también me paraliza.
Quiero escaparme por las noches a esos brazos, por ejemplo.

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