jueves, enero 19

¿Cómo se tejen y destejen los destinos?

Lo mantuve aquí conmigo... con el calor de mi piel, por si algún día decidía volver.
No me importaba el tiempo, la espera o la demora... Era capaz de entretenerme mirando al vacío... imaginando y soñando que volvería. Era más importante que si llegaba el momento sería un sueño roto remendado... menos volátil.

Una caricia penetró como un punzón en los recuerdos dormidos de mi vida anterior... Ahora tengo un sueño remoto, cuyo final deja más miel derretida que hielo en la memoria.

A veces, la mejor victoria no es ganar, sino levantarse después de una derrota...

No hay comentarios: