martes, enero 25

Giro total

Celia era el modelo de chica a seguir. Pero en el fondo estaba harta. No lo decía, casi ni lo pensaba, pero estaba harta. Lloraba cuando nadie la veía, y lo sentía cuando miraba por la ventana y observaba a toda esa gente que caminaba con entusiasmo hacia su próximo error. O acierto, no sabía… pero los envidiaba. Realmente no sabía si aquellas personas se sentían tan desorientadas como ella o estaban siguiendo el camino que querían seguir. Muchas veces le dieron ganas de pegarse a alguna de esas personas y ver si su camino era mejor que el que ella seguía, por el que le habían enfocado desde niña.

Un domingo de otoño se lo comentó a su madre. Se lo comentó a su novio. Nadie la comprendía… y se marchó. Se fue a vagar hasta que una corriente la encauzara por el camino adecuado. Porque había descubierto que las coincidencias en la vida era lo que de verdad daba sentido a lo que ocurría después. Casualidades que determinaban su rumbo… Y así, fue a buscar encuentros, coincidencias, casualidades… fuentes de energía para nunca dejar de esforzarse en recibir lo que estuviera por venir…




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