martes, marzo 28

Puedo...


Puedo pensar, hablar e imaginar hasta llegar al absurdo con simples palabras que subyacen en mi mente sin orden ni concierto...

Puedo soñar y sentir que todo es tan real... hasta luego darme cuenta de que soñaba imposibles.

Puedo esperar infinitamente... ¿puedo?
No... no puedo parar, la inquietud lo impregna todo... pero no es una inquietud molesta.

Puedo ser feliz. Sí, puedo... de hecho lo soy, me lo considero, y son las pequeñas cosas las que cada día me hacen percatarme de ello cuando parecía olvidárseme.

No hay comentarios: